DESCUBRIR
Un Casablanca a descubrir
Algo que hacer, siempre lo hay en Casablanca. Ir al descubrimiento del breviario de los estilos arquitectónicos del siglo XX, esfumarse en la atmósfera vivificante de sus espacios verdes, caminar a lo largo de su costa, lanzarse detrás del descubrimiento de su artesanía, probar los sabores de la cocina de influencia mediterránea... Aún los mismísimos casablanqueses acaparan la atención: contribuyen a que su ciudad metrópoli, dentro de todas la ciudades de que cuenta el Reino, tenga un lugar sin par merced a una identidad multifacética, sostenida por el encuentro de numerosas comunidades de todo Marruecos e incluso de todo el mundo.
Casablanca
Buscar minuciosamente para conocer y entender Casablanca es la confirmación absoluta de que esta ciudad, que fue siempre un laboratorio, esconde muchos secretos que confía a quien sabe ser de todo oídos. Es una ciudad que sabe cómo conservar su alma, con unos lugares y monumentos antiguos; pero también que puede cambiar de cara y sorprenderle. Los mismos casablanqueses son regularmente predispuestos a interrogarse acerca de su ciudad para descubrirla mejor cuando se viste de verde, cuando se modernice, cuando estalle de alegría o cuando se impaciente al no adaptarse tan pronto al desarrollo mundial. Y lo más curioso, es que les encanta ver su ciudad tan auténtica y tan cambiable, evolucionar para convertirse el día siguiente en una ciudad más viva aún, más inteligente, más entrañable. Porque de todo modos, están convencidos de que van a evolucionar con ella.