Su Historia…
El cielo azul se entremezcla con el azul del océano, tachado con la blancura de la espuma de las olas. El dorado predominante sobre las facetas bajo los rayos del sol y la ciudad se viste de una capa de oro cuando el sol se abraza con el horizonte para meter el océano en llamas. Sus taxis siembran el rojo que da en los ojos con el verde de las tejas. Los azulejos forman un abanico de colores resplandecientes.
Casablanca ha nacido de las ruinas de una antigua ciudad llamada Anfa. Desempeñó un papel importante en la historia de Marruecos a finales del siglo VII y principios del siglo VIII. Una ciudad próspera debido a su hinterland agrícola, Anfa fue también un antiguo puerto pesquero.
Echa abajo por los ataques de los portugueses en el siglo XV y a principios del siglo XVI, la ciudad fue reconstruida en el siglo XVIII por El Sultán Sidi Mohamed Ben Abdellah (1757-1790) que le dará el nombre de Dar al Beida. A mediados del siglo XIX, la ciudad blanca contaba apenas unos miles habitantes.
Paulatinamente la ciudad fue conectada al mundo a través de su puerto. En primer lugar acaparó el interés de los Europeos, animados por el comercio. Luego se impuso como factoría europea en África del Norte y se convirtió en el primer puerto de exportación en Marruecos.
El progreso de la navegación a vapor y el aumento de la industria textil fomentaron el tráfico del puerto que se convertirá en uno de los mayores proveedores de lana en el Mediterráneo.
En 1862, se estableció un enlace marítimo regular entre Marsella y Casablanca.
Construido en 1912, el puerto de Casablanca, el primer gran puerto moderno del reino, intensificó la actividad económica de la ciudad y de su región para atraer más inversores y trabajadores.
El puerto cambió así el destino de la pequeña ciudad de Dar Al Baida para hacer de ella el mayor centro económico del país, metrópoli y capital financiera.
Entre 1910 y 1950, la ciudad se encuentra en un buen período de puesta en marcha de grandes proyectos, sobre todo, la planificación de las principales avenidas, la construcción de grandes edificio, el establecimiento de enlaces marítimos regulares... es también el período de la aparición del automóvil, con el Euro-automóvil Ralley Casablanca en 1920.
El desembarque de los aliados en África del Norte en noviembre de 1942, sobre todo el desembarque de los Estadounidenses en Casablanca, la Operación Torch, aún presentes en la memoria de los antiguos Casablanqueses, formará un punto decisivo en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial
Dos meses más tarde, será en Casablanca donde los líderes de las potencias aliadas (Roosevelt, Churchill, Giraud y Gaulle y como invitados de honor el Sultán Mohamed V y el Príncipe Heredero Mouley Hassan) se reunirán para preparar su estrategia de posguerra durante la famosa conferencia de Anfa en enero de 1943.
Casablanca es una ciudad de resistencia. La resistencia contra el Protectorado francés nació en Casablanca. Era la voluntad de todos los Casablanqueses. Muchos grandes resistentes dejaron su vida allí. Durante el exilio (1953-1955) del Sultán Mohamed V por las autoridades francesas, Casablanca la Resistente se puso en llamas. A la vuelta del Sultán, las mujeres dejaron sus claustros para glorificar su soberano.
Un patriotismo fuerte, confirmado durante la Marcha Verde (1975), una marcha pacífica, una epopeya a la llamada del Rey Hassan II, para liberar el Sahara bajo la dominación española. La delegación de los Casablanqueses fue la más considerable, con 35.000 voluntarios.
Los Casablanqueses sufrieron del Protectorado, de la operación Torch (desembarco de los aliados en África el 8 noviembre 1942) y de la réplica alemana que siguió estos acontecimientos, empujándoles a huir hacia las zonas del interior.
La resistencia, el motín de los Casablanqueses contra la deportación del Sultan Mohamed V (1953-1955), ha consolidado la solidaridad de esta población, creando un fuerte aferro a la monarquía, a la nación y a la ciudad.
Casablanca fue la cuna de la resistencia durante el protectorado. La antigua medina, los Habous, Derb Sultan, Derb Al Kabir... fueron los barrios de la resistencia armada.
Los "fidaiyine", como se les llamaba, estaban maniobrando por la rendición de la independencia política del país. "Al Fidaa", literalmente, la "redención"